¡Estoy vivo! No es una broma! No se trata de debatir, ni de cuestionar – ¡estoy vivo, Dios mío! Está sucediendo! La banda está tocando; el público ya está aquí; y todo está en marcha. ¡Ponte manos a la obra! Lo que quiera que vayas a hacer, ¡ponte en ello!
En lugar de, “ah, ¿qué debería hacer? Me pregunto ¿por qué estoy en este mundo? Y esto y aquello. Necesito leer tal libro, o debería ir a tal lugar, o debería hacer esto y debería contactar a tal persona, y bla, bla, bla” Ponte manos a la obra.
Voy a decir algo que quizá no te guste, pero es la verdad. Las dos cosas más importantes en tu vida son: el nacimiento y la muerte. Una ya ha ocurrido. Ya estás aquí. ¡Y ya sabes cuál será la próxima!
¿Y estás listo para eso? Por supuesto que no. Nadie está listo para morir.
Pero inevitablemente vamos a morir. ¿Deberías prepararte para ello? Claro que no. Deberías marcar una fecha en tu calendario? Claro que no. Pero si quieres hacer algo, haz esto: Entiende que la lluvia llegará, y estate preparado para florecer. No te distraigas con la muerte. Ni tampoco con tus problemas.
La gente me dice: “Oh, tengo un problema”, y ¿sabes qué les digo? Este problema ya le ha estado molestando a otros antes que a ti. El problema no cambia; lo único que cambia son las víctimas. Tú eres ahora la nueva víctima – que está siendo perturbada por ese mismo problema.
¿Quieres ser su víctima? Si no te conoces a ti mismo, eres vulnerable puedes convertirte en la víctima de todos estos problemas. Si te conoces a ti mismo, tienes la fuerza interior, y dejas de ser vulnerable a los problemas de este mundo – solo si te acuerdas de ella. Si te olvidas de tu fuerza, tendrás problemas.
Los problemas van a venir, pero cuando vengan, yo quiero estar fuerte.
No puedo detener los problemas. Cuando llueve, no puedo parar la lluvia – pero puedo llevar un paraguas. Esa es mi filosofía, “lleva un paraguas”.
Y cuando empiece a llover, ábrelo. Y ¿qué conseguirá? ¿Parará la lluvia? No. Pero evitará que te mojes. Para eso sirve. Es algo bueno. Porque eso es lo que quieres. Es lo que necesitas …
— Prem Rawat