Para comenzar, quisiera desearles a todos un Feliz Año Nuevo. Se que muchos van a estar tomando resoluciones—¡y todos ya tienen una idea de lo que quieren que sea el próximo año! Y todo es posible, pero lo mas importante, lo mas importante de todo lo que es posible es que estés satisfecho, pleno, en este Año Nuevo, que, en realidad, ¡seas feliz !
No porque suceda o no suceda una cosa o la otra, sino ser feliz desde la fuente, la fuente que eres tu, y comprender esa fuente que eres tu. Comprender la fuente de alegría que eres para ti mismo. Comprender la fuente de claridad que eres para ti mismo, de entendimiento que eres para ti mismo. Estas son las cosas que olvidamos.
Y nosotros—es fácil sentarnos y decir, “Si, feliz Año Nuevo”—y desearle a alguien un Feliz Año Nuevo. Pero ¿qué sabemos de felicidad? ¿Qué sabemos de lo que significa en realidad la felicidad? ¿Qué sabemos del lugar donde realmente reside la felicidad? Que reside en nuestros corazones, que reside en nosotros—que es esa la felicidad que queremos.
Y tantas veces, acudimos a las circunstancias externas. Acudimos a las cosas externas—que si pudieran cambiar, entonces podríamos ser felices. Pero eso no tiene nada que ver con lo que es la felicidad verdadera.
La felicidad verdadera viene desde tu interior. Tiene algo que ver con quien eres tu y con tu entendimiento—y tu esfuerzo y tu compromiso con ese ser tan hermoso que ya existe dentro de ti.
Así que sí, a todos nos encantaría cambiar nuestras situaciones externas, quizás—y quizás nuestra felicidad, quisiéramos que dependiera de eso. Pero la felicidad verdadera no depende de esas cosas.
En este año que viene, el 2020, ¿qué pasaría si pudiéramos juntar nuestros recursos, nuestros entendimientos, nuestra claridad, para crear un mundo mejor para todos? No sólo para nosotros, sino para todos. Y por supuesto, que para poderlo hacer, eso comienza con nosotros, con cada uno de nosotros.
Así que tenemos que traer ese compromiso hacia nosotros mismos y luego llevar ese compromiso hacia el mundo, para crear un mundo mejor, un mejor futuro para nuestra descendencia, para nuestros hijos, para, sabes, todos aquellos que vendrán a quienes no conocemos, y quizás ni siquiera vayamos a tener nunca un parentesco con ellos.
Todas esas generaciones, dejarles un mundo que sea hermoso. ¡Que exista una claridad y un entendimiento de esa naturaleza tan, tan hermosa que ya está aquí! Y que está rogando que de alguna forma, la atendamos, la cuidemos.
Juntarnos y realmente ponerle fin a estas guerras en las que seguimos combatiendo. Y estas resoluciones, sabes, por supuesto que podemos tomar resoluciones externas, ¡pero las resoluciones que tenemos que tomar son las que realmente vienen de corazón!
Decir, “ Sí, quiero paz en mi mundo. Quiero paz en mi vida; quiero paz en mi mundo. ¡Quiero alegría en mi vida, quiero alegría en mi mundo! Quiero que suceda algo bueno.
No conjeturas de lo que está mal, o de lo que es horrible, o “Cómo puede ser esto” y “Cómo puede ser esto” y “Estamos haciendo esto mal” y “Estamos haciendo esto mal”. Se que como seres humanos, hemos hecho muchas cosas mal. Y por supuesto que también hemos hecho muchas cosas que están bien—porque podemos enfocarnos en el bien que podemos hacer.
Es eso lo que tiene que suceder. Entonces, al enfocarnos en ese bien, quizás pueda llegar algo bueno a este mundo. Y quizás pueda ser esa nuestra resolución para el próximo año, para este año que viene, el 2020—que podamos traerles alegría, paz, amor y entendimiento y bondad a todos los que nos rodean.
Así que, de nuevo, les deseo un Año Nuevo muy, muy feliz
- Prem Rawat
