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Confinamiento, día 65 00:19:29 Confinamiento, día 65 Video Duration : 00:19:29 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 65

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

 

ENCONTRAR TU FORTALEZA INTERIOR

KUALA LUMPUR, MALASIA

 

Me gustaría contarles una historia. En la vieja tradición, la forma de aprender era que aquellos estudiantes que querían aprender algo buscaban un maestro, y este maestro se sentaba y les hablaba. No existían los libros, era tradición oral, y muchos maestros en realidad no querían escribir sus enseñanzas porque pensaban que al hacerlo no se mantendría actual.

Pero esto proporcionaba un acogedor entorno en el que se daban discusiones y otras cosas hermosas que sucedían. Había un gran maestro que quería conducir a sus alumnos a comprender algo. Entonces, un día tomó un vaso con agua y les dijo: “¿Cuánto crees que pesa este vaso con agua?”

Los alumnos, como son los estudiantes, empezaron a adivinar. “Debe pesar como medio kilo, o un cuarto de kilo”, lo que sea que se les ocurría. Él dijo: “Bueno, es solo un vaso de agua, no pesa mucho, ¿verdad?”. Sí, es solo un vaso de agua. “Crees que cuesta mucho sostener este vaso de agua?”. Dijeron: “No, no cuesta mucho sostenerlo. No pesa mucho…”

“Pero, ¿por cuánto tiempo? Porque si sigues sosteniéndolo con el brazo extendido, el mismo vaso de agua, sin agregarle ni una gota, adivina ¿qué sucederá? Se pondrá cada vez más y más pesado. No por el agua sino porque tu brazo se cansará cada vez más y más, hasta que llegará un momento en el que no podrás sostener más el mismo vaso de agua”.

Esa es la historia. ¿Qué significa para ti? Miras un problema en tu vida y dices: “Me ocuparé de eso más tarde. Puedo resolverlo. Está bien, está bien. Yo puedo lidiar con esto”

Y sigues sosteniéndolo, y está cada vez más y más pesado, hasta que el mismo problema, sin haber cambiado, ya no lo puedes soportar. No puedes soportarlo más. ¿Qué tienes que hacer? ¿Cuál es la solución? Es muy sencillo: ¡déjalo! Déjalo ir, suéltalo.

En nuestra vida también nos afectan tanto los problemas que tenemos. ¿Y cuál es el problema? Que, de verdad, la naturaleza humana fundamental no es estar enojado. La naturaleza humana fundamental no es vivir confundido ni vivir en la oscuridad. La naturaleza humana fundamental es disfrutar.

Sentir gratitud cada día de tu vida, comprender su valor inapreciable. Entender lo valioso que es este aliento que se te ha dado, ésta es la bendición. Ésta es la realidad para ti, ésta es la realidad.

Siempre hablo de que hay dos muros. Uno lo atravesaste el día que naciste, atravesaste un muro. Ahora estás vivo y sigues, sigues, sigues hasta chocar con el otro muro. Y cuando lo hagas, desaparecerás, te irás a través de él. ¿Adónde iras? Nadie lo sabe, están tratando de imaginarlo.

Luego viene toda la saga compleja de: “El cielo, ¿irás al infierno? ¿Adónde irás?”, y cada uno tiene sus propias definiciones de lo que es. “Esto será así, y aquello será asá”.

No estoy aquí para discutir eso ni para cambiar tu idea al respecto. Tampoco para decir que no es así. Lo que digo es que también es posible que en este tiempo que tienes entre los dos muros puedas crear tu cielo aquí, ahora. Eso es todo.

Déjame decir que estos problemas que tienes son como el vaso de agua. ¡Déjalos! Date un descanso. Tu vida no es para eso. Abre tus ojos y mira. Comprende, no solo imagines sino comprende. Contempla la bella realidad de tu existencia, para ti. Para ti.

El día que entiendas la riqueza de tu existencia, después de eso nunca serás pobre, ¡nunca, nunca! Porque es invaluable. No tiene precio.

El día que entiendas tu fortaleza… y es de eso que estaba hablando antes. El día que comprendas tu fortaleza te darás cuenta de que, de verdad, puedes mover montañas. No montañas físicas, sino tus montañas.

Tu montaña es la oscuridad. Dicho eso, ahora, quiero decirte algo más. De la oscuridad a la luz hay un camino despejado. Del dolor a la alegría hay un camino claro. Encuéntralo. No mires los obstáculos, no mires tus problemas. Todos hemos aprendido en este mundo a ver los problemas. “¿A qué te dedicas?”. “Hablo de la paz”. “Oh, la paz en este mundo no es posible”.

Sí, es posible si sabes encontrar el camino. No los problemas, no los problemas. No los obstáculos y lo abrumador, sentirte abrumado por los obstáculos, sino encontrar ese camino despejado y simplemente quedarte en él. Y puedes lograr resultados increíbles en tu vida.

Simple, sencillo. Pero nuevamente, es cuestión de hábito. Te has hecho tan bueno en reconocer problemas que cuando llegan las soluciones no puedes verlas. Las soluciones llegan, pero tú no puedes verlas.

¿Qué hábitos has adquirido? ¿Y por qué? Mira, no soy un psicólogo ni una persona que va por ahí dando consejos sobre cómo debería ser la familia. No es eso lo que hago.

Pero, ¿por qué digo esto? Porque tal vez un día, simplemente, si no eres tímido para decir “te amo” a las personas que amas, un día serás capaz de mirarte a ti mismo y decir “te amo”. Ese día te aseguro que tu vida cambiará.

Porque tú no te amas, te juzgas. No estoy hablando del amor equivocado, del amor del ego. No hablo de la clase de amor que dice “yo no puedo hacer nada mal”. No hablo de esa clase de amor.

El verdadero amor. “Estoy enamorado de este aliento porque es un regalo que no podría jamás haber imaginado pedir”. ¿Podrías, podrías? ¿Podrías imaginar alguna vez pedir un regalo como este aliento? ¿Puedes? Pedirías una casa, pedirías un auto, pedirías una novia, pedirías un reloj, pedirías un zapato o pedirías una camisa, es lo que haces.

Pedir un regalo tan increíble como es el regalo de la respiración… Comprender y aceptar esta maravillosa oportunidad de vivir. No quedar atrapado en alguna imaginación sino ver la realidad y ver lo hermosa que es esa realidad. Que este aliento llega a ti y te trae tu vida, y te llena. Que bonito es eso.

Y no se trata de ese muro. Ese muro no gana. No quiero que gane. Porque si puedo entender el valor del ahora entonces he derrotado a ese muro. Y aunque este circo se levantará, un corazón se irá del circo lleno de gratitud.

No vacío, como el caso de Alejandro. “Viniste con las manos vacías y con las manos vacías te tienes que ir”. “Viniste con las manos vacías, pero con las manos vacías no tienes que irte.”

Cuando este corazón está lleno de gratitud, cuando este corazón ha reconocido, cuando este corazón ha entendido la belleza de este increíble jardín en el que vivo, de cada día, las puertas que se abren, las oportunidades que se presentan ...

Escucha, no estoy diciendo que así es para mí todos los días. ¿Qué si me pierdo en mis problemas? Absolutamente. ¿Me olvido de dejar el vaso? Completamente. Pero necesito seguir haciendo un esfuerzo para dejar el vaso.

Hoy alguien me pidió si podría hablar acerca de la total conciencia de la mente (porque yo había hablado acerca de eso en el evento Kind Malasia), “¿podrías hablar acerca de la total conciencia de la mente?” Y dije: “En realidad, hay un problema. El problema es…”

Estaba diciendo a esta persona: creo que he acuñado una nueva palabra, que no es total conciencia de la mente sino total conciencia del corazón. Porque yo sé qué llena mi mente, lo tengo muy claro, sé de qué está llena mi mente. Sé de qué está llena mi mente, pero soy lo bastante afortunado como para saber de qué está lleno mi corazón.

Y quiero vivir desde ese corazón lleno, la total conciencia de mi corazón. Porque ahí es donde reconozco la luz, no la oscuridad. Es ahí donde reconozco la compasión, no la ira. Es ahí donde reconozco la claridad, no la confusión.

Porque el problema es que mi mente en realidad no sabe acerca de la claridad pero tiene muy claro en qué consiste la confusión. Mi mente no conoce realmente la luz, pero conoce muy bien la oscuridad. Y mi mente no sabe acerca de la compasión, pero tiene muy claro qué es la ira, "y con quién deberías estar enojado".

Mi mente tiene muy claro lo que no va a funcionar, la mitad del tiempo. Pero mi corazón tiene muy claro lo que sí funcionará. Total conciencia del corazón. En tu vida, total conciencia del corazón. Porque ese es el reino de ir a tu interior y sentir quién eres de verdad. Ese es el paso fundamental, el paso fundamental para conocerte a ti mismo.

¿El resto? La rutina continúa. Has venido aquí y lo agradezco mucho. Has venido aquí, me has dado la oportunidad de decir lo que quiero decir. Me has escuchado, gracias. ¿Lo recordarás? Probablemente no, en su mayor parte. Pero debo decirte que, si puedes aplicar en tu vida un poquito de lo que he dicho, puede cambiar tu vida para bien.

Esta es una píldora increíble. Se llama la píldora de la claridad. Es poderosa, muy poderosa. Quienes la han tomado han cantado alabanzas de cómo esta claridad ha traído alegría a sus corazones.

Confinamiento, día 67 00:19:11 Confinamiento, día 67 Video Duration : 00:19:11 con Prem Rawat

CONFINAMIENTO – Día 67

CUENTA REGRESIVA AL PROGRAMA DE EDUCACION PARA LA PAZ

 

INVITACION A DESAYUNAR con Rian van Heerden

RADIO JACARANDA

Es un placer enorme tener a Prem Rawat en el programa de esta mañana. Él ha estado viajando y hablando a la gente acerca de la paz desde que era un niño.

También ha dicho: “Todos conocemos los síntomas de esta enfermedad, son codicia, guerra, egoísmo, violencia, y una creciente pérdida de confianza. La paz es algo real, la paz está en el corazón de todos los seres humanos. La paz tiene que emanar de cada uno de nosotros”

Prem Rawat está con nosotros. Buenos días.

Gracias. Es un placer estar aquí.

Conozco a muy pocas personas que puedan captar la atención del público como tú lo haces. Ayer estaba viendo el evento de Boston, Massachusets. Y decías cosas muy profundas, creo que lo más importante que te escuché decir, es que tenemos que encontrar qué es lo que nos hace felices.

SI

Y a todos nos hace felices lo mismo, ¿verdad?

Si, así es. Es la necesidad fundamental. La paz no es un lujo. Tampoco es una palabra. La paz es un sentimiento. Como el hambre, así como necesitamos dormir, necesitamos comer, necesitamos beber agua, necesitamos respirar y también necesitamos paz en nuestras vidas. Porque sin paz no funcionamos bien, nuestro discernimiento se colapsa. Nuestra capacidad de percepción se debilita. Y ya no podemos funcionar como un verdadero ser humano. Por eso la paz es tan importante en este mundo.

PAZ REAL

Prem Rawat en Langa

Ciudad del Cabo, Sudáfrica

¿Quiénes somos? ¿Qué somos? ¿Qué significa existir sobre la faz de la tierra? ¿Qué significa que esta respiración llegue a ti? ¿Qué significa realmente estar vivos?

¿Qué queremos? ¿Queremos superar un problema o queremos forjar un camino hacia el futuro? ¿Queremos ocuparnos de algunos problemas o queremos crear una vía hacia un futuro que nos incluya a todos? Esta es la decisión que debemos tomar como individuos, no como sociedad sino individualmente. ¿Qué queremos en nuestras vidas? ¿Qué nos importa?

Como dijo el miembro del Consejo, es muy fácil hablar de la paz pero es muy difícil de alcanzar. ¿Por qué? Si es tan difícil, si es tan imposible, ¿por qué existe siquiera el concepto de paz, por qué pensamos en la paz?

Porque todos, siete mil quinientos millones de personas en este mundo, tienen cada una su idea de qué es la paz. Pero esa paz que tienes en tu mente no es paz real. La que llevas en tu corazón, esa es la paz real. Una paz que no necesita justificarse, que ha existido desde tiempos inmemoriales para aquellas personas que la han valorado y le han dado la bienvenida en sus vidas.

¿Puede existir la paz en medio de un campo de batalla? ¿Qué mejor lugar? ¿Se puede experimentar paz en medio del caos? ¿Qué mejor escenario y contrastante que ese? Por eso las batallas suceden aquí en la mente y la paz baila aquí, en el corazón. Las dos en el mismo cuerpo, en la misma persona al mismo tiempo. ¿Cómo es posible? Pero así es.

¿Cuán lejos está la oscuridad de la luz? Dime, ¿Qué separación hay entre la oscuridad y la luz? Cuando enciendes la luz, ¿cuánto tiempo tarda en aparecer la oscuridad? ¿Dos minutos? ¿Tres minutos? ¿Cuatro minutos?

¿O es instantánea? Así es la relación entre la oscuridad y la luz: la luz nunca está lejos de la oscuridad y la oscuridad nunca está lejos de la luz, nunca. Lo único que tienes que hacer es estar del lado que tú quieres estar.

¿Quieres dar la bienvenida al mal? ¿Quieres el mal? Ábrele las puertas al mal y te sentirás mal, influirá en tu vida, te arrastrará y te deprimirás, y ¿qué te volverás?

La codicia, ¿es una señal de fortaleza o de debilidad? ¿Es la codicia una señal de fortaleza o debilidad? Respóndanme, ¿qué creen? (debilidad) la codicia es una señal de debilidad, no de fortaleza. La lucha por el poder es una señal de debilidad.

¿Han visto la Guerra de las galaxias? Los mayores… tal vez la vieron. Creo que la mejor escena es cuando los comandos van a luchar, y Obi Wan Kenobi dice: “No es necesario revisar sus papeles”, y ellos dicen: “No hace falta revisar, si, está bien”. Sin pistolas, sin necesidad de armas, solo la fuerza.

La fuerza proviene lo más profundo del ser humano. Es ahí donde reside. Es ahí donde tienes que ir para ponerte en contacto con ella.

Esta es una historia que no he contado aquí pero si la conté en el lanzamiento del libro y cuando estuve en la Prisión de Malmesbury, y la contare aquí también.

Había una vez una tribu en la que había un jefe. Un día, un niño se acercó al jefe y le dijo: “Jefe, tengo una pregunta.” “Dime”, “mi pregunta es: ¿Por qué algunas personas son a veces buenas y otras veces malas? ¿Por qué algunas personas a veces son buenas, y las mismas personas, otras veces son malas?”

El jefe respondió: “Dentro de cada uno hay dos lobos, un lobo bueno y un lobo malo, y pelean.” El niño preguntó: “¿Por qué pelean?” El jefe dijo: “Para dominarte, para tener dominio sobre ti, por eso luchan”. El niño pensó un poco más, y dijo: “Jefe, cual es el lobo que gana? ¿Cuál gana?” El jefe dijo: “El que tú alimentas”.

¿Qué te pareció?, ¿te gustó la historia? Tiene un final tan inesperado que te deja pensando: “Claro, el lobo que yo alimente es el lobo que ganará.”

Permíteme preguntarte: ¿qué lobo has estado alimentando? ¿A cuál has alimentado? No tienes que responderme a mí, respóndete a ti mismo con honestidad. ¿Qué lobo has estado alimentando?

Yo no quiero equivocarme al elegir a qué lobo alimentar, porque si lo hago destruyo mi vida. Destruyo mi tiempo, un tiempo que nunca recuperaré, que nunca volverá, nunca cambiará. Esta es la decisión que tienes que tomar cada día: ¿Qué quieres en tu vida?

¿A qué lobo quieres alimentar? ¿De dónde quieres obtener tu inspiración? ¿De tu corazón? ¿De tu sabiduría? ¿De tu entendimiento? ¿De tu conocimiento? ¿O de todo lo que los demás te han dicho? De eso trata el Programa de Educación para la Paz, se trata de ti, no de otras personas.

A todas partes donde voy veo que las personas están totalmente enamoradas de otras personas: “¿Qué piensan los demás de mí? ¿Qué piensan de mí? ¿Me quieren? ¿No me quieren? ¿Que dirán? Y que pensará mi sociedad, y mi esto y mi aquello”. ¿Es eso lo que te preocupa?

Tu vida, la vida que tú tienes, tú como ser humano, ¿A quién le importa? ¿Dónde encajas en este mundo? Requirió millones y millones de años de evolución para que aparecieras sobre la faz de la tierra, aquí estas hoy, ¿crees que fue un error? ¿Crees que fue fácil? No, hicieron falta millones y millones de años de evolución para que aparecieras aquí.

Un aliento entra y un aliento sale dándote la vida. ¡Tus opciones son prácticamente infinitas! ¡Sobre lo que puedes sentir, lo que puedes expresar, lo que puedes saber, de lo que puedes comprender, lo que puedes ser, no hay límites!

Pero este es el ámbito del corazón. Es el reino del conocimiento. Este es el territorio de la gente que ha comprendido su dignidad y no tiene problema en respetar la dignidad de otros. Su interacción con otro ser humano es porque “yo estoy vivo y tú estás vivo.” No porque compartimos intereses: “como te gusta la música y a mi también me gusta la música, somos amigos”.

No. “Tú estas vivo y yo estoy vivo, por eso somos amigos.” Ese será el día en que el mundo cambie. Ese día el mundo cambiará. No porque yo hablo este idioma y tú hablas el mismo idioma somos amigos. Sino porque tú estás vivo y yo estoy vivo, por eso somos amigos.

Esta es una posibilidad real si quieres aceptarla. No he venido a predicar, no tengo nada que predicar. Quiero sugerir algunas ideas para que puedas pensar por ti mismo.

Porque si has sentido tu corazón alguna vez, entonces sabes qué es importante para ti. Si has sentido tu vida alguna vez, sabes qué es importante para ti. Y si realmente estas aquí porque quieres paz en tu vida, sabes que la paz no está lejos, nunca lo ha estado, está bailando en el corazón de cada ser humano.

Hagas lo que hagas, o no hagas, nunca alimentes al lobo equivocado. Porque ese lobo ganará. Y no quieres que eso ocurra.

Tienes que escribir tu propia historia, nadie va a escribir una historia para ti. Nadie va a forjar tu vida, tú tienes que forjártela. Y ese fuego a veces no es más que desilusión, pero incluso en esa desilusión, ese metal está fundiéndose, agitándose y transformándose. Eso es la transformación algunas veces, eso es la transformación.

¿Qué sucede cuando tomas arcilla, tierra, polvo, y lo mezclas con agua? Eso que la gente se sacude de encima. Eso que las personas no quieren que les caiga encima, un auto pasa y te salpica con agua y polvo y dices: “¡Dios mío, estoy sucio, estoy sucio!”

Sin embargo, alguien toma ese mismo barro, lo amasa y lo amasa, y lo amasa, y lo pone sobre un torno, lo hace girar dándole forma y lo convierte en una hermosa vasija…

Luego lleva esa vasija al horno y la deja cocinar. Y cuando sale del horno, esa misma tierra que se te pegó en la ropa gratuitamente (y te desagradó) ahora vas a comprarla como una vasija y te la llevas para decorar tu casa.

Esto es transformacion. Esto es transformación. Y es la misma transformación que tienes que permitir que suceda en ti.

Todos en el mundo entero, no estoy hablando solo de Langa, ni siquiera de Sudáfrica, sino que el mundo entero necesita unirse.

El mundo entero tiene que unirse y solucionar los problemas estúpidos de este mundo para que podamos forjarnos un camino hacia el futuro, un futuro en el que haya prosperidad, paz y dignidad. De hecho, primero dignidad, después la paz y luego prosperidad. Así es como debe ser, no solo para este momento sino para todas las generaciones y generaciones que vendrán.

En Confinamiento, Día 58 00:12:21 En Confinamiento, Día 58 Video Duration : 00:12:21 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 58

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

Encontrar el equilibrio

Evento con el autor del libro “Escúchate”

Madrid, España

Prem Rawat:

Sé que tienes problemas, dificultades, desafíos, y a veces estos desafíos y dificultades te debilitan.

Siempre recuerdo que cuando nos enfrentamos con una montaña enorme la miramos, miramos su tamaño real, miramos su altura y nos quedamos paralizados: “¿Qué va a suceder? ¿Cómo voy a sobrevivir a esto? ¿Cómo voy a poder hacer frente a los desafíos que tengo?”, cualesquiera que sean.

Y en ese instante quiero que recuerdes que en ningún momento el desafío es escalar la montaña. Ese no es el objetivo, el objetivo es llegar al otro lado de la montaña. Y para hacerlo, no tienes que atravesarla ni subirla. Puedes rodear la montaña.

Porque a fin de cuentas la historia es muy simple aunque a veces parezca complicada. Tú, como ser humano, tienes que entender lo que significa cada día.  Sé que no suena bien: "¿Cada día?".

Bueno, espera para ver lo que realmente voy a decir. Voy mucho más allá de cada día, hablo de cada momento. Porque cada momento que estás vivo, que existes, implica la posibilidad más asombrosa, el suceso más impresionante, la cosa más grandiosa que está ocurriendo.

Qué maravilla, vaya viaje haber atravesado un muro y estar aquí. Y luego continúa y continúa cada día, cada momento...

¿Quieres extender tu vida? ¿Quieres vivir más? Hay una manera de hacerlo. Divide tu vida en tantos pedacitos llamados "momentos" como puedas. Recíbela cada momento, va a parecer mucho más larga. ¡Así es! Porque has estado disfrutando cada momento.

Entender en tu vida que el regalo del aliento no tiene igual. Y que también se te ha dado la sabiduría para disfrutarlo. Como dije antes, te miras en un espejo, pero aprende a mirarte en ese otro espejo que también está allí. Y en ese otro espejo verás quién realmente eres, mucho más.

No te falta sabiduría. Tienes una sabiduría increíble en tu interior. No te falta sed. Tienes una increíble sed en tu interior. No te falta valentía. Hay una increíble valentía en tu interior.

¿Por qué uso la palabra valentía? ¿Qué tiene que ver la valentía con todo lo demás? Bueno, para aceptar la sabiduría hay que tener valentía, requiere valentía. ¡Amar requiere valentía! Entender requiere valentía. Para ser bondadoso hay que tener valentía. Ser libre requiere valentía. Elegir la paz requiere valentía.

Nada de esto es para los débiles, no, no y no. Esto requiere un ser humano real, ese superhumano que eres. Eso es lo que requiere. Es una realidad. Tu realidad no es el dolor, la tristeza y el sufrimiento. Pero en el otro lado de la moneda de ese dolor, de esa tristeza y de ese sufrimiento está la alegría, la claridad, la sabiduría haciéndote señas, llamándote.

¡Por eso tienes un corazón! "¿De qué corazón hablas?". Oh, conoces esa cosita que te dice "sí, sé bondadoso", que te dice "te quiero", que te dice "todo va a estar bien", que te dice "no te preocupes”… a eso se le llama corazón, y lo tienes.

Lo único que tienes que hacer... No digo que pares la mente. No estoy diciendo eso. Aunque eso estaría bien, pero no lo puedes hacer.

Solía ​​decir eso cuando tenía diez, once años. La gente se me acercaba todas las mañanas (de hecho tenía trece años cuando llegue a Inglaterra) y cada mañana teníamos una sesión, yo me sentaba, las personas se sentaban y hacían preguntas todos los días.

Y las preguntas eran como: "No puedo parar mi mente". ¿Entonces por qué lo intentas? No es necesario que pares tu mente. ¡Es necesario que tu corazón salga y equilibre tu vida! Si tu vida no parece equilibrada es porque es todo mente sin corazón.

¿Y qué hace la mente? “Lo arruinaste. Eso no lo hiciste bien. Podrías haberlo hecho mejor. Estas acabado, no vas a tener éxito. Oh, nunca lo lograrás. Eres un inútil y además nunca harás nada bien”. Ya se puso en marcha la grabación.

¿Qué crees que es esa cosa? Estas ahí para una prueba, ¿verdad? Estás por hacer la prueba y estás nervioso. ¿Por qué estás nervioso? Porque algo ya te ha vendido la idea del fracaso. "Fracaso. Fracaso." Y tú lo has comprado, lo has aceptado.

¿Cuándo fue la última vez que te permitiste a ti mismo adaptarte a la luz de tu interior para poder ver la valentía, para poder ver la claridad, para poder ver la comprensión, para poder ver la sabiduría que tienes en ti?

Pero nos aburrimos, porque no tenemos la paciencia para dejar que estos ojos se adapten a la vista interior. Si pudieras tener este poquito de paciencia, con tan solo un poquito de paciencia, serás el rey de tu universo durante el resto de tu vida.

Eso es lo único que se necesita. Entonces la alegría será tuya, la comprensión será tuya y la gratitud será tuya. Sentir agradecimiento todos los días, cada día. Cada momento será tuyo. "Gracias. Gracias por esta vida, gracias por esta existencia, gracias por el aliento, gracias por la alegría, gracias por la claridad, gracias por todo lo bueno en tu vida”.

Confinamiento, día 55 00:17:52 Confinamiento, día 55 Video Duration : 00:17:52 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 55

 

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

 

Tu mensaje de paz se ha llevado alrededor del mundo desde la niñez hasta tu edad adulta, y eso te trae aquí hoy a la prisión Twin Towers de Los Ángeles.

Texto en pantalla:

RECLUSO HABLANDO

PRISIÓN TWIN TOWERS

Y con esto último, gracias al Departamento de Alguaciles del Condado de Los Ángeles.

DR. HELLMAN

ADMINISTRADORA DE DESARROLLO EDUCATIVO

Dr. Hellman:

En realidad, esta es probablemente la cárcel de salud mental más grande del mundo. Casi todos los presos tienen algún tipo de problema mental. Aquí, en el Condado de Los Ángeles, estas cárceles son más grandes que la mayoría...

EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Twin Towers es la cárcel más grande del mundo. En un día cualquiera hay hasta 18.000 presos.

Dr. Yael Hellman:

En realidad, es ese auto-descubrimiento y la esperanza… tener una vida plena, que es tan importante dentro o fuera de las paredes de la cárcel.

Recluso:

Es tan bueno que nos acompañes hoy en la ciudad de Los Ángeles. Gracias por haber venido. Quiero decirte que para mí tú eres como un héroe de la vida moderna, que repartes flores y dices: “Que tengas un buen día.” Pero tus flores son palabras de paz. Gracias.

Prem Rawat:

De nada.

PREM RAWAT

EMBAJADOR INTERNACIONAL DE LA PAZ Y AUTOR

Prem Rawat:

Tengo que decirte algo sobre esa palabra que usaste: “héroe”. Hay un solo héroe en tu vida y siempre habrá uno solo, y no soy yo, ni es Superman ni la Mujer Maravilla. Eres tú.

Tu Historia. Sin Ataduras

Prem Rawat se dirige a los presos en Twin Towers

 

Prem Rawat:

Quiero decirles algo. Uno de los mensajes clave es conocerte a ti mismo. Y eso, ¿por qué es importante?

Si tienes un mapa, un mapa increíble, muy detallado, muy increíble, y tiene todas estas cosas, todos los detalles de dónde está todo, donde está esto y aquello. Tienes una idea de dónde quieres ir y quieres usar este mapa. Es un mapa muy bueno, muy detallado.

¿Qué es lo más importante que tienes que saber cuando miras ese mapa para poder encontrar tu camino? Es: ¿dónde estás tú en ese mapa? Si no sabes dónde estás tú en ese mapa, el mapa es inútil, con todos sus detalles, con todo lo que tiene. Lo puedes mirar, pero no sabes dónde estás. ¿Cómo vas a saber adónde ir?

De eso estoy hablando: conocerte a ti mismo. Si no sabes quién eres, ¿qué haces? ¿Qué hacemos todos? Miramos a los demás para que nos identifiquen: “¿Soy una buena persona? ¿Soy mala persona? ¿Quién soy?”

Creamos nuestros amigos, nuestros círculos sociales, todas estas personas. Y las miramos. Queremos satisfacerlas. Queremos su aprobación porque no conocemos la posibilidad que hay aquí.

La vida es como un libro. La primera tapa se abrió cuando naciste. Cada día recibes una página nueva. Todos los días recibes una página nueva y no tiene nada escrito. Tú escribes lo que quieras en esa página.

Y esa página pasará automáticamente. Se te presentará una página nueva cada día hasta que el libro termine. Y la última página cerrará el libro entero.

Estás escribiendo capítulos de la vida. Cuando te despiertas por la mañana, ¿estás listo para el día? ¿O estás lleno de expectativas de lo que quieres que ocurra? ¿Estás listo para ese día, para las posibilidades que te ofrece?

Porque cuando llega a ti esta respiración y te trae el regalo de la vida, eso es algo muy poderoso. Es más poderoso que todo lo que está sucediendo en este mundo.

Te encuentras aquí. ¿Cómo llegaste? Cada uno tiene su historia. Yo voy a muchos lugares donde hay personas encarceladas. Esas personas miran a su alrededor y dicen: “Eso está mal, eso está mal y eso está mal.” Toda la vida así.

Fácil hacerlo (señala), ¿verdad? Difícil ver los otros tres dedos, ¿no es así? Porque esos dedos te dicen: “¿Y tú qué?”

El día que haces esa transición, el día en que este libro no trate sobre otras personas sino sobre ti, tu vida dará un giro. Tu vida cambiará. Lo he visto. Cambiará. Porque no se trata de los demás. Tú no tienes que buscar la aprobación ni la desaprobación. Encuentra la satisfacción de estar vivo dentro de ti.

Ya sé que están todos pensando: “Eh, pero, pero, pero.” Escuchen lo que estoy diciendo, es muy, muy simple. Es un hecho, no es ficción. Tú estás vivo. Estás vivo ¿Qué eras ayer? ¿Qué puedes ser mañana?

¿Eso de quién depende? ¿Del destino? ¿De la sociedad? ¿Del mundo? ¿O de ti? Nos dicen: “Ah, sí, el mundo, la sociedad tiene que cambiar.” Cuando digo a la gente: “La paz es posible” me miran y me dicen: “¿Estás loco? ¿De qué hablas? ¿Cómo va a ser posible la paz?” Y yo respondo: “De lámpara en lámpara, encendiendo una lámpara tras otra, así va a suceder la paz.”

Luego les pregunto: “¿Por qué piensan que es imposible la paz?”. “Ah, porque hay mucha codicia en el mundo.” Y digo yo: “Perdón, la codicia ¿la crearon los seres humanos o hay alguna montaña en algún lugar donde llueve codicia y se dispersa por el mundo?”.

No, la codicia fue creada por los seres humanos ¿Cuál es la buena noticia? Lo que los seres humanos han hecho se puede deshacer. Así es posible la paz. ¿Los seres humanos han hecho la guerra? Pues los seres humanos pueden deshacerla.

Esto es un hecho, no es ficción ni filosofía. La premisa del Programa de Educación para la Paz es realmente iluminar el hecho de que tú estás vivo. Y cada día que estás vivo es la esperanza más increíble que existe, la posibilidad más increíble que existe.

Puede que no lo parezca, pero las páginas de este libro van pasando día tras día, y un día esa última página pasará: “¡Bumm!”. Y ya está ¡Ya está! ¡Ya está! No hay más.

¿Es eso bueno? ¿Es malo? ¿Es terrible? No. Es así. Y así es para todos en la faz de esta tierra: ricos, pobres, con estudios, sin estudios, poderosos, débiles, hombres, mujeres; todos. ¡Es ley!

¿Y qué tienes tú? Lo que tienes es este día, hoy. Porque mañana va a llegar como hoy. Nunca vendrá como mañana sino como hoy. A la media noche ese mañana se convierte en hoy, y tendrás el día de hoy.

Y al día siguiente tendrás el día de hoy, y al siguiente día también, y al otro. Hasta que llegue el día en que ya no tendrás ese hoy.

La urgencia, si es que existe, está en reconocer el valor inapreciable de cada día. La gravedad del tiempo, que no tiene un botón para rebobinar. No importa, no hay botón de rebobinado.

Tienes que dar el paso siguiente y lo tienes que dar conscientemente, con plena consciencia, con todo el entendimiento de su gravedad y de su potencial.

No tienes que ser una víctima de lo que sucede. Puedes ser el vencedor adentro. Puedes ser libre, no en lo externo sino adentro.

Todos estamos presos de algo. Todos. Incluso las personas que van por la calle ahí afuera, también están presas de sus ideas, de sus sueños, de su esfuerzo, de su trabajo, de su jefe, de todo el drama que se representa cada día en sus vidas.

¿Quieres libertad? Tendrás que ir hacia dentro. Tú eres la fuente de esa libertad.

Eres tu peor enemigo y tu mejor amigo. ¿Qué compañía has tenido? ¿La de tu enemigo o la de tu amigo? Encuentra ese amigo y te encontrarás a ti mismo. Encuéntrate a ti mismo y encontrarás a ese amigo.

Alegatos, venganza, ira, miedo, duda, no vienen de afuera. Están dentro de ti todo el tiempo. Cuando estás encerrado en tu celda, adivina: ¿quién está ahí contigo? Ahí está tu ira, ahí está tu miedo, tu duda, tu dolor. ¿Sabes quién más está ahí? Está tu alegría, tu claridad, tu entendimiento.

¿Y si te digo que la oscuridad y la luz son dos lados de la misma moneda? La oscuridad nunca está lejos de la luz. Y la luz nunca está lejos de la oscuridad.

¿Cuánto tiempo tarda en llegar la oscuridad cuando apagas la luz? No es que la apagues y se vaya la luz poco a poco. No, no viene de ninguna parte. Siempre está ahí. Apaga la luz y hay oscuridad. ¿Y cuánto tiempo tarde en irse la oscuridad cuando se enciende la luz?

Las dos están dentro de ti. La alegría está en ti, la tristeza está en ti. La próxima vez que estés triste, piénsalo. Piénsalo. Esa alegría inconmensurable también está dentro de ti. Cuando estás confundido... Las cosas no se ven claras, no tienen sentido. Para. Y comprende que también dentro de ti hay una claridad increíble e ilimitada.

Aprende a obtener, a recolectar lo que es bueno. Las pequeñas cosas que entiendes (no importa lo pequeñas que sean), son muy útiles para hacer de esta vida algo bueno. Hacer de esta vida algo bueno. Hacer que esta vida sea agradable, un disfrute que tiene su centro dentro de ti. Si puedes comprender eso, si puedes captar lo que intento decir… es muy sencillo. Créeme, es increíblemente sencillo.

Una de las cosas que seguramente habrán observado es que el Programa de Educación para la Paz no es complicado. No es algo como: “Vamos a averiguar cuantas estrellas hay”. No, se trata simplemente de ti, de ti, de ti.

Y para mí esa es tu fortaleza. Necesitas fuerza. Pero no necesitas la fuerza de la venganza ni necesitas la fuerza para mostrarla. Necesitas la fuerza que viene de tu interior para ti. ¡Para ti!

Tienes otra vida. Viene otra página. Tu libro no comienza ni termina aquí. Seguramente, eso espero, un día saldrás de aquí. ¿Y entonces qué? ¿Entonces qué? Esas páginas seguirán llegando y tendrás que escribir en ellas. ¿Y qué vas a escribir?

Este libro, ¿va a ser un libro de memorias? ¿O de esperanzas y aspiraciones? ¿De éxitos? ¿O se tratará de tu entendimiento, del entendimiento del ser? Eso depende de ti. Totalmente depende de ti. No se trata de ninguna otra cosa, se trata de ti.

Confinamiento, día 61 00:26:54 Confinamiento, día 61 Video Duration : 00:26:54 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 61

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

Ha pasado un tiempo pero aquí estoy, nuevamente. Haciendo muchas cosas, como pueden ver, este es un nuevo marco, preparándonos para el PEP. Y ocupándome de algunas cosas. Lentamente todo está empezando a abrirse, las posibilidades de salir y de ir a distintos lugares lucen mejor cada día, cuando sea que eso suceda….

Lo más importante, por supuesto, es mantenerse a salvo. Para ti, para mí, para todos nosotros. Y si toma dos semanas más o cuatro semanas más, o lo que sea que tome, está bien. Hay que mantenerse fluyendo como el agua. Recuerda ese árbol que sabe cómo doblarse, cómo ser flexible al viento. Y por esa flexibilidad en realidad se asegura una larga vida. Así que es realmente hermoso.

De todos modos, ¿qué me inspiró a hablarles hoy? Bueno, estaba guardando las preguntas, pero apareció una pregunta que me dejó pensando. Y comenzaré con una pequeña historia. (Espero que no se aburran con esto, pero puede ser que se les haga agua la boca).

Te contaré acerca de una samosa. ¿Qué es una samosa? Tiene una masa fina, es una masa de harina integral pero es delgada. Y se le pone un relleno. Uno de los rellenos más populares en India es el de papa, de patatas. Cada uno tiene su propia versión de relleno de samosa.

¿Y por qué te hablo de una samosa? Bueno, hubo una época, cuando era un niño pequeño… y recuerdo un día en particular. Todos mis hermanos y mi madre, junto a otros parientes, decidieron ir a al cine pero no me llevaron. Era muy pequeño, supongo. 

Así que me quedé en casa, pero estaba destrozado. Lo recuerdo. Estaba completamente desolado porque no iba a poder ir. Lloraba y fue algo terrible. Resultó que mi padre estaba en casa, lo cual era bastante raro, porque él siempre estaba viajando por algún lugar, pero ese día estaba en casa. Y estaba afectado de verme llorando.

Y me preguntó: “¿Por qué estás llorando?” Y respondí: “Bueno, porque no quisieron llevarme, entonces estoy… estoy”. Estaba muy afligido, no se lo dije, pero así estaba. Entonces dijo: “Bien, tú y yo vamos a pasarla bien.”

Yo dije: “Muy bien”. No iba a ser el “pasarla bien” que yo había imaginado, porque era un sufrimiento real, por mi expectativa: no me llevaron y yo me quedé destrozado.

Entonces él me llevo finalmente a un restaurante. Yo era muy pequeño, pero recuerdo esto. Y recuerdo que él ordenó algo, me miró y dijo: “te gustaría comer algo?” Dije que sí y él dijo: “¿Te gustaría una samosa?”  Dije: “eso suena bien, y también un helado.”

Créeme: he comido muchas samosas y tomo helados. Pero ese día, en particular, esa samosa y ese helado, aún los recuerdo. ¿Si recuerdo el relleno de la samosa? No, en absoluto. ¿Recuerdo qué sabor de helado comí ese día? No, claro que no. No sé si fue vainilla, o fresa o chocolate. Pero, te digo, fue la mejor samosa y el mejor helado que he comido en mi vida.

Hubo otra vez en que comí una samosa y estuvo realmente deliciosa. Y la samosa tiene esa masa delgada que luego se fríe, se produce la caramelización y se pone crujiente. Y tan solo el aroma… es increíble. El sabor umami es asombroso.

Este día en particular, estaba de viaje, ya era mayor, estaba de viaje. Y las personas de donde habíamos salido, olvidaron empacar el almuerzo. Lo habían preparado pero olvidaron dárnoslo.

Así que yo estaba con mucha hambre por lo que nos detuvimos, había un lugar pequeño a la vera del camino. Y el relleno de esa samosa sí lo recuero, era un relleno de samosa muy sencillo: estaba rellena con papa, patatas, y una pizca de pimienta negra, sal, un poquito de chiles, chiles verdes picados, un poquito de chiles rojos y cilantro.

Cuando le dabas un mordisco, el sabor umami del pan frito se percibía; la masa, la patata, podías saborearla, el cilantro, la pimienta, la sal y los chiles. Todos estos sabores y el aroma estaban en ella.

Bueno, se me está haciendo agua la boca, no sé a ti… pero fue algo realmente delicioso.

Ahora bien, ¿por qué te estoy hablando de las samosas? Verás, la primera, la otra samosa que comí, la que fue la mejor samosa que haya comido y el mejor helado que jamás haya probado, no tuvieron nada que ver con el sabor ni con un relleno en particular. Se trató de la compañía que tenía y de lo mucho que significaba para mí.

Algunas veces no comprendemos qué es bueno. Pero volvamos a lo que inició todo, a esta pregunta que leí y me puso en marcha. La pregunta era: “¿Qué pasaría si el lobo malo se comiera al lobo bueno?”. Si alguien no conoce la historia, voy a contarla rápidamente otra vez. Un niño pequeño iba viajando con la tribu, se encontró con el jefe y le dijo: “Jefe, tengo una pregunta”. Él le dijo: “¿Qué?” Y el niño: “¿Por qué algunas personas que a veces son buenas, otras veces son malas?”

Y el jefe dijo: “Porque hay un lobo bueno en nosotros y también hay un lobo malo, y luchan entre sí”. El niño lo pensó y después de unos minutos le preguntó: “¿Cuál de ellos gana?” El jefe respondió: “El que alimentes. Si alimentas al lobo malo, se pondrá fuerte. Si alimentas al lobo bueno, ese es el que se fortalecerá.”

Cuando leí esta pregunta por primera vez, me reí. Lo siento, pero me dio risa. Porque yo hablo, cuento estas historias, hago analogías, y aparece alguien que me devuelve mi analogía. “¿Qué pasaría si el lobo malo se comiera al lobo bueno?”. ¿Si se comiera al lobo bueno?

Y luego, empecé a pensarlo. ¿Puede ocurrir esto? El bien y el mal. Y es aquí donde entra el ejemplo de la samosa, que dicho sea de paso, la samosa no es originaria de la India. Se originó en Persia y se desarrolló en la corte.

Muchas personas llegaban y se quedaban de pie todo el día para escuchar el veredicto del rey sobre los distintos asuntos. Y no tenían nada que comer. A alguien se le ocurrió la idea de un poquito de pan, freírlo, rellenarlo con algo. Así es como surgió la samosa.

Por supuesto, cuando algo llega a India se convierte en indio muy rápidamente. Y los indios las han incorporado a su cocina, haciendo un trabajo fabuloso.

Entonces, el bien es mucho más grande de lo que crees. Y el mal es mucho más grande de lo que crees, es más que la suma de tu vida. Es enorme, es descomunal. Esta guerra interminable entre el bien y el mal se ha desarrollado en esta Tierra desde que se empezaron a contar historias. De hecho, se tratan de lo bueno y lo malo. Se trata de que el bien le gane al mal.

¿Y hasta dónde llega eso, no en términos de tiempo, sino cómo de grande es ese bueno? Porque si lo bueno no fuera bueno, y si lo bueno no fuera grande, entonces en esta vida las cosas se vuelven inciertas. Si de verdad fuera posible que el lobo malo se comiera alguna vez al lobo bueno estaríamos en aprietos, tendríamos un grave problema.

Pero entonces, si recuerdas a Krishna cuando dice: “Aún en tus momentos más oscuros, no te abandonaré.” ¡Ahí está, en eso consiste lo bueno! “No te abandonaré”. Aunque a ti te parezca que el lobo malo se está comiendo al lobo bueno o que ya se lo ha comido, y que peor es imposible.

Porque para mí, ese día, cuando no pude ir con mi familia, con mis hermanos, con mi madre, quedé desolado. No estaba el lobo bueno viniendo a decir: “Mira, está todo bien. No tienes que preocuparte, no tienes que estar molesto”. Yo sí que estaba muy molesto, estaba llorando.

Y me afectó tanto, el mal, y luego lo bueno, la más maravillosa samosa y el más delicioso helado. Esos sabores…. Te comes la samosa calentita, crujiente, saladita y luego tomas un poco de ese helado frío.

Y claro, la temperatura del helado tiene que ser la correcta. Porque si está muy líquido no sabrá bien. Y si está demasiado frío se pone como un ladrillo, tampoco tendrá buen gusto. Así que todo estaba bien. Pero más que todo eso, fue la compañía.

Entonces, hay algo bueno que va más allá del ámbito de la actividad diaria que desarrollas. Y por encima de todo lo que sucede en tu vida, sea cual sea el período, cinco años, seis años, dos años, un día, un minuto, un segundo, lo que sea, hay un bien que prevalece. Y es mucho, mucho, mucho, mucho más grande de lo que crees.

Nunca subestimes el valor de la oscuridad. Es enorme. Es muy poderoso, muy potente. Pero para nosotros, los seres humanos en la faz de la Tierra, sean cuales sean nuestros desafíos, hay un bien, y ese bien es más poderoso, está mejor respaldado.

Hay un poder detrás. Hay una fuerza detrás.Y esta es la fuerza a la que tenemos que aferrarnos en nuestras vidas: la fuerza del bien. Recordar que, aún en mis horas más oscuras, no soy abandonado. Puede que me sienta abandonado, pero no lo estoy.

Porque no me he aferrado. No he hecho que la bondad que hay en mí sea mi hogar. No he hecho de ese lobo bueno mi compañero. No solo algo que alimento, sino que esa bondad se convierta en mi compañera.

Y que ese otro lobo es algo de lo que me mantengo alejado. No solo se trata de no alimentarlo sino que me mantengo alejado de él. Porque es algo con lo que no quiero relacionarme... Quiero que mi relación sea con lo bueno, con lo que es poderoso. Porque esto es lo que soy.

¿Cuál es la diferencia entre el día y la noche? No mucha. Ahí están las estrellas, ahí está el planeta Tierra, dando vueltas y vueltas y vueltas. Pero hay una gran diferencia. Y esa diferencia es que durante el día hay luz del sol y puedo ver. Y esa visión hace toda la diferencia: que puedo estar despierto ahora. No es solo que puedo ver, sino que también estoy despierto. Y que tengo una necesidad fundamental de dormir que funciona muy bien cuando llega la oscuridad, porque necesito esa oscuridad para poder conciliar el sueño.

Entonces, una gran desventaja es que cuando está oscuro no sé qué hay ahí afuera. Necesito saber eso. Si alguien tiene una discapacidad visual, usa un palo para descubrir qué hay ahí fuera. Pero necesitamos saber qué hay ahí fuera.

Y lo mismo sobre el bien en nuestra vida. Esa es la belleza, lo verdaderamente y asombrosamente bello que reside en el corazón de cada persona que está viva.

Hay personas, que seguramente están yendo por esta tangente de: "Podría haber sucedido esto, podría haber sucedido aquello, hay personas que han hecho cosas horribles, que han hecho cosas terribles".

Verdad. No digo que eso no sea cierto. Pero como ser humano siempre llevamos en nosotros la posibilidad de un cambio: que podemos pasar de la oscuridad a la luz. Que esta guerra en la que estamos inmersos se puede ganar. Que no se trata de ganar cada batalla sino de ganar la guerra. Y podemos ganar esa guerra. Podemos ganar.

Sé que nos enfrentamos a este desafío y, al ver esto, cómo los gobiernos están reaccionando, es absolutamente increíble.

Lo que quiero decir es que este es un momento en el que la humanidad debe ser lo primero, no la política. La humanidad tiene que ser lo primero, que esas personas que salen y nos machacan hablando de políticas y más políticas, que hacen de esto un juego y hacen que sea algo terrible, realmente necesitan comprender en sus vidas que, en primer lugar, son seres humanos.

Y sus decisiones sobre cómo manejan las cosas afectan a muchos otros seres humanos. Tanta gente que muer… ¡Y ahora leí qué quieren manipular los datos! Bueno, han estado manipulando los datos desde siempre, por lo que no va a ser una gran sorpresa para nadie.

Porque hay una cosa cierta, no todos los políticos son así pero creo que hacen un juramento, todos o la mayoría de los que esconden su cabeza para no ver. Y su juramento es que juran decir siempre la verdad: que siempre mentirán.

O algo parecido, Todo parece tan confuso: "Haz esto y no hagas aquello; haz esto, no hagas esto otro". Y todo se trata del ego.

Pero aquí hay una oportunidad de hacer algo bueno, y es a lo que voy. Si ellos no pueden hacerlo tú sí puedes. Porque encuentras la bondad en ti, te mantienes a salvo y mantienes a tus vecinos a salvo. Y mantienes a las personas a tu alrededor seguros, porque el bien está en ti.

¿Y qué vas a hacer cuando todo este coronavirus ya no esté? Cuando todo vuelva a ser, entre comillas, normal, ¿recordarás este tiempo? ¿Sacarás lo mejor de ti? Una vez más, no midiendo cuánto, sino sacando lo mejor de ti, porque está en ti. ¿Vas a dejar que brille? ¿Vas a dejar que eso se manifieste?

O vas a decir: "Bueno, no tengo tiempo para eso". Otra excusa. Tienes tiempo para inventar excusas y como seres humanos se nos dan muy bien las excusas: "No tengo tiempo. Estoy demasiado ocupado. Yo estoy esto, o aquello". Y sin embargo, ¡es tu vida! Tú decides.

Entonces, volviendo a mis samosas y helados y todo lo demás, solo recordar cuán poderosa es esta posibilidad. Una cosa que tengo para decir, y mi padre solía decirlo, ahora lo digo yo, que la semilla nunca se destruye. La semilla siempre está ahí.

Entonces, sí, la semilla del mal nunca se destruye pero la semilla del bien tampoco se destruye nunca. Puedes agarrarte la cabezay decir: "No hay nada que hacer" o "la semilla del mal nunca será destruida", pero la buena noticia aquí no es esa. La buena noticia aquí es que la semilla del bien nunca será destruida. Y llevas ese bien dentro de ti.

Y es mucho más grande. Sin embargo, por mucho tiempo que vayas a vivir, lo que sea que esté sucediendo en tu vida, la semilla, el ciclo de la bondad es más, es más grande que tú. Es enorme, es inmenso.

Así que pensé que se estaban haciendo muchas preguntas que en realidad están relacionadas con esta pregunta. Entonces, respondiendo a esta pregunta en particular (que al principio pensé que era graciosa) pero luego, cuando comencé a pensar en ello, vi la profundidad de lo que significa.

Este es el drama que se ha estado representando una y otra y otra y otra vez; de esto se trataba el Mahabharata, de esto es de lo que se trataba el Ramayana: de que el bien ganó. El bien resultó victorioso.

Y a fin de cuentas todos nosotros tenemos que hacer ese esfuerzo para lograr que siempre el bien venza en nuestras vidas, todos los días. Y si se puede resumir en esto, adelante.

Pero cuando viene el dolor, cuando vienen los problemas nos aplastan y nos clavan a la pared. “¿Qué vas a hacer? Dios mío, esto es terrible, esto es horrible”. Pero hay algo más también.

Y ese "algo más" es más grande que la suma de todos los problemas que hay en este mundo. Y hay muchos problemas en el mundo, muchos, desde pequeños problemas hasta grandes problemas.

Imagina lo que está sucediendo en este mundo hoy día. Lo que está sucediendo en tu pequeña vida está sucediendo en tu vida, pero imagina lo que está sucediendo. Alguien acaba de nacer, acaba de nacer. Otra persona acaba de nacer. Otros acaban de morir. Se han ido, se han ido para siempre. Nunca volverán.

Alguien acaba de hacerse tremendamente rico. Alguien se volvió muy pobre. Alguien acaba de perder el rumbo. Alguien acaba de encontrar su camino. Los dramas que ocurren todo el tiempo, no son triviales, afectan profundamente a los seres humanos.

Pero la forma en que el bien afecta al ser humano también es muy singular. Y eso se conecta con: "No recuerdo el relleno de la samosa, pero era la samosa más deliciosa. Eso lo recuerdo. No sé qué tipo de helado era, pero fue el helado más delicioso que he probado, sin excepción". Y he probado algunos buenos, pero ninguno tan delicioso como ese.

Entonces, mantente a seguro, mantente bien, mantente flexible. Esto aún no ha terminado. Lo que algunos políticos están haciendo para hacerse famosos… no tienen interés, el menor interés por lo humano. Se trata solo de su nombre, de su fama, de su momento de gloria a tu costa. A costa tuya.

No quiero hablar mucho de eso, porque puedo hablar sobre el bien que hay en ti. Y eso es mucho más grande que todas esas pequeñas cosas triviales que todavía tienen que ir evolucionando con esto del coronavirus. El coronavirus nos tiene a todos, ha cautivado la atención de todos de manera increíble.

Ahora, si le prestamos atención al bien dentro nuestro tendremos un mundo diferente, un mundo hermoso.

Entonces, de nuevo, mantente bien, mantente a salvo. Cuídate. Les hablaré pronto. Gracias.

En Confinamiento, Día 53 00:19:49 En Confinamiento, Día 53 Video Duration : 00:19:49 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 53

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la paz

Un día puede ser suficiente

Aquí estamos en este magnífico planeta Tierra, en el que la evolución lleva desarrollándose millones y millones de años. Gracias al papel que han jugado millones y millones de criaturas hemos llegado a ser quienes somos. El gran experimento de la naturaleza. Esas criaturas han desaparecido, ya no existen, se han extinguido. Pero su poder de adaptación consiguió que, en cierta forma, gracias a todas ellas en conjunto, pudiéramos llegar a ser quienes somos. Estás vivo, este es tu tiempo, puedes sentir, puedes ver. ¿Qué piensas, cuál piensas que es la posibilidad para ti?

La rutina, todos nuestros asuntos... ¿o hay algo más? ¿Existe en realidad un ser humano satisfecho? ¿Existe en realidad un ser humano lleno de gratitud? ¿Existe en realidad un ser humano lleno de claridad? ¿Existe en realidad un ser humano lleno de alegría? ¿Existe en realidad un ser humano lleno de comprensión, lleno de luz? ¿Existe en realidad un ser humano lleno de respuestas? ¿Existe algo así? Porque, si existiera, para experimentar eso, un solo día sería suficiente. Para experimentar eso con un día bastaría.

¿Existe cada día la posibilidad de sentir la dulzura, de ser un ser humano y sentir satisfacción o no? Es así de simple. Sin discusiones ni peros que valgan. Y no estoy diciendo que lo logremos o que lo hayamos logrado, no se trata de eso. No te quedes atascado en eso, es una lógica absurda. ¿Por qué es una lógica absurda? Porque si no tienes claro adónde quieres ir, pero intentas crear una ruta para llegar a un lugar que no sabes dónde está... quieres ir a un restaurante, al zoológico... no sabes pero dices: necesito conocer la ruta. La ruta ¿hacia dónde?

¿Al restaurante, al zoológico?... eso viene después. Primero tenemos que decidir. Tú tienes que decidir. Yo simplemente estoy aquí para inspirarte a pensar. Que se muevan los engranajes, los otros, los que no usamos muy a menudo. Hay algunos que no usamos, pero los otros, los que usamos, están sumamente desgastados. Porque se los usa una y otra vez, una y otra vez. Y el ruido, el ruido... ¿sabes a que me refiero con el ruido? Desde la mañana hasta la noche, y todos los segundos que paso despierto durante la noche. El ruido, el ruido: “más te vale hacer esto, más te vale hacer aquello...”

Cuando vas conduciendo, el ruido, cuando vas a un centro comercial, el ruido... el ruido, el ruido, el ruido. ¿Es esto un ser humano? Lleno de ruido, lleno de sufrimiento, de tristeza, cínico. Nah… ¿la paz? Nah… ¿alegría? Nah... no durante mi vida; felicidad... por favor corta el rollo... Son asuntos importantes, asuntos serios, porque si no comprendemos la posibilidad de nuestra vida, ¿quién lo va entender? ¿Quién? No puedes comprender la posibilidad de la vida de otro, por mucho que lo intentes.

Así que, en estas circunstancias en las que hay tanta codicia, tanto sufrimiento... que no lo crea nadie excepto la gente que nos rodea y nosotros, entender la idea de que un día sería suficiente para algo, es difícil de imaginar. ¿Qué sería suficiente con un solo día? Cuando una vida entera no lo es. Pero no le has dando a la vida una oportunidad de demostrarte la posibilidad que contiene. Le has dado al mundo esa oportunidad, a la sociedad le has dado muchísimas oportunidades.

“Estas despedido” ¡Dios mío! “Estás contratado” ¡Yupiii! “Estas despedido” Oh, no... Te vuelven a contratar ¡Qué bien! Te vuelven a despedir ¡qué mal! Pero ¿acaso le has dado a tu vida la oportunidad de que te muestre lo que contiene? ¿Cuál es el aspecto de un mundo lleno de alegría? ¿Cuál es el aspecto de un mundo de comprensión, cuál es el aspecto de un mundo lleno de respuestas? ¿Cuál es el aspecto de un mundo de claridad? Donde puedes descansar y dejar que se disipe tu cansancio.

Entusiasmarte, de hecho, con cada aliento que entre en ti... ¡vaya! ¡qué regalo! Abrazar, aceptar la realidad que no proviene de ideas y discusiones sino de una realidad que sientes, que es palpable. ¿No te das cuenta de la diferencia entre las promesas vacías y lo que la vida quiere mostrarte, que no es eso? Lo que tu vida, lo que tu existencia quiere mostrarte, darte, ofrecerte, es algo palpable, es real. No un conjunto de promesas vacías. La claridad no hace promesas vacías, nunca.

La alegría no hace promesas vacías, jamás... el océano de las respuestas nunca hace promesas vacías, jamás... la flor de la gratitud nunca hace promesas vacías, jamás. Es real, real. El mundo sí lo hace, el mundo sí. Y somos muy diestros a la hora de cerrar los ojos a la realidad y decir: “Bueno, así son las cosas. Lo estoy pasando muy mal y no sé por qué lo paso tan mal, pero acepto mi sufrimiento. Y voy a ver si puedo hacer que los que me rodean sufran tanto como yo para tener compañía.”

El sufrimiento engendra sufrimiento, la tristeza atrae a la tristeza. La claridad engendra claridad, te dará más claridad. Así como la tristeza genera más tristeza, la claridad genera más claridad. Por eso un solo día es suficiente. Porque en ese día puedes montar una fábrica de claridad, en ese día puedes crear un océano de comprensión. Un día, un solo día en el que hiciste la conexión: “ah...eso es mi vida”. La vida es el regalo más grande que tienes, amigo mío, y la cosa más asombrosa que puede sucederte. ¿Lo sabes? Es la cosa más asombrosa que te vaya a suceder jamás.

Has sido transformado, de simplemente ser polvo a convertirte en un polvo que puede sonreír, ver, apreciar. Y todo ello no tuvo lugar para que pudieras sufrir, eso sería absurdo. Sería absurdo. No tendría sentido, sería ilógico. Para mí, todas esas creencias que tenemos… nos aferramos a ellas, no producen nada, ni siquiera cacarean ni ponen huevos, pero ahí las tenemos y las mantenemos. Pero ¿cuándo aceptamos el desafío de saber, de conocer? Porque lo primero en esa lista de conocer debería ser: conócete a ti mismo.

Y cuando te conoces de verdad un solo día es suficiente para que suceda lo que tiene que suceder. Para conocerte a ti mismo. Es lo más asombroso, señalar a una persona y decir: te conoces a ti mismo. ¿Te conoces a ti mismo, sabes quién eres, conoces tu fortaleza? Sé que conoces tus debilidades. Eso lo sé. Pero ¿conoces tu fortaleza? ¿Conoces tu fuerza? Sé que conoces lo que te falta, lo sé, pero ¿acaso sabes qué es lo que tienes? ¿Has encontrado tu don? Cada ser humano sobre la faz de la tierra tiene un don.

Cuando descubras ese don y te dediques de lleno a él habrás creado tu destino. Pero nunca sabrás cuál es ese don hasta que te conozcas a ti mismo. Y el día que te conozcas a ti mismo, un día será suficiente. A eso me refería conque un día sería suficiente. ¿Dónde está la integridad de un ser humano? ¿Dónde está la integridad de un ser humano? ¿Dónde está la integridad de ese ser que ha estado evolucionando durante millones y millones de años?

A sabiendas o sin saberlo -mayormente sin saberlo- tantas criaturas se han sacrificado para que tú puedas ser lo que eres. El mundo de hoy en día no refleja eso. Las tragedias que vemos suceder son debido a la falta de respeto por la vida humana. Eres un ser humano, vive como tal. Eso es lo que eres. Eres un ser humano, sé un ser humano. Es lo único que tienes que ser. Y no necesitas vivir mil años para ser un ser humano, porque un solo día sería suficiente.

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